Regional
Crónica
25/04/2025
De acuerdo con la información preliminar de las Cuentas Nacionales del Banco Central (BC), durante el año 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 14 de las 16 regiones del país, alcanzando una tasa de 2,6% para el total nacional.
Según el ente emisor, la Región del Biobío anotó un alza de 2,5% asociada a los aportes de la generación de energía eléctrica, de la industria de la construcción y de la manufacturera. Estos resultados fueron en parte compensados por la caída en la pesca extractiva.
Desde la Seremi de Economía en la zona indicaron que aunque este porcentaje es más moderado que el 5,9% registrado en 2023, consolida una trayectoria de crecimiento sostenido que posiciona a la Región por sobre el promedio nacional en los últimos tres años y que entre 2022 y 2024 Biobío ha promediado un crecimiento económico del 3,7% anual, frente a una expansión nacional más templada.
El seremi de Economía, Javier Sepúlveda, resaltó el mérito doble del crecimiento regional del último año. “Primero, porque la base de comparación era muy alta. En 2023 la Región creció un 5,9%, una de las tasas más elevadas en el país. Mantener una expansión sobre esa base no es menor. Y segundo, porque enfrentamos una coyuntura adversa con el cierre temporal de operaciones de Huachipato durante el segundo semestre. Aun así, la economía regional logró sostenerse y crecer, lo que da cuenta de la resiliencia y dinamismo del tejido productivo del Biobío”.
Para Jorge Coloma, presidente la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Concepción, “si bien el 2024 el gremio constructor experimentó un crecimiento del 7%, la base de comparación es muy baja para sacar cuentas alegres. Esta cifra se explica por las grandes inversiones en obras públicas y por el desarrollo del programa de Emergencia Habitacional. Sin embargo, la inversión privada en este rubro se mantuvo mermada, con niveles por debajo a los registros pre pandemia e insuficientes para revertir la crisis del sector”.
De acuerdo con el gremio de la construcción, el acceso a financiamiento, tanto para las empresas y para las personas son la clave para reactivar la industria. “En eso estamos trabajando, en una mirada de largo plazo que permita un mejor acceso a financiamiento, pero también, que exista estabilidad financiera e incentivos a las empresas e inversiones”, indicó Coloma.
En este sentido, destacó además el proyecto que se tramita en el Senado y que considera un subsidio a las tasas de interés de los créditos hipotecarios y un Fogaes regional, que ayudará a las empresas medianas y grandes que no contaban con este tipo de beneficio.
Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Concepción compartió que “crecer un 2,5% en 2024 no es mucho para celebrar y dadas las proyecciones de bajo crecimiento país para este año y que las actividades del comercio y los servicios no ha sido la esperada en este primer trimestre”.
“En marzo y primeros días de abril hemos visto que tanto los servicios como las ventas detallistas han experimentado una fuerte caída así que esperamos que el Gobierno tome medidas para que se pueda revertir esto durante el año que afecta sobre todo a las pymes”, sumó.
Por su parte, el Dr. Cristian Guzmán, director del departamento de Economía y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) requerido sobre si el PIB regional 2024 es una cifra positiva en el contexto regional, comentó que “sí, se trata de una cifra relevante, incluso si en términos absolutos puede parecer moderada”.
“El informe muestra que la Región del Biobío creció por sobre el promedio nacional, una tendencia que se ha sostenido en los últimos años y que contrasta con lo que ocurría anteriormente, cuando la Región registraba tasas de crecimiento inferiores al promedio país. Además, es una señal positiva considerando que las proyecciones actualizadas de crecimiento para Chile este año han sido ajustadas a la baja: tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial estiman un crecimiento del 2,1%”.
Acerca de qué factores deben considerarse para mantener esta senda de crecimiento en 2025 en Biobío, el Dr. Cristian Guzmán dijo que a pesar del impacto que podría haber tenido el cierre de la Siderúrgica Huachipato, “ha habido una respuesta relevante a través del Plan de Fortalecimiento Industrial, actualmente en fase de implementación”.
“Este plan podría contribuir a sostener las cifras de crecimiento regional, especialmente por su capacidad para acelerar proyectos de inversión que generen empleo, tanto en su etapa de construcción como en su operación. Además, este tipo de iniciativas proporciona una base para que otros sectores de la economía regional puedan seguir desarrollándose de forma estable y sostenida”, agregó.
En cuanto a qué rol juegan los sectores de servicios, construcción y agroindustria en el impulso del PIB regional, el Dr. Guzmán expresó que “en términos sectoriales, la agroindustria, de carácter exportador, deberá seguir de cerca los efectos de la actual guerra comercial entre China y Estados Unidos, aunque sus impactos más notorios podrían reflejarse en el mediano plazo, hacia la segunda mitad del año, dado que muchas ventas y envíos ya están comprometidos. En cuanto al sector manufacturero, será clave su capacidad de adaptarse a las medidas impulsadas por el plan de fortalecimiento industrial. Por su parte, el sector servicios podría experimentar un dinamismo particular, en la medida en que la actividad económica regional siga generando ingresos que, a su vez, impulsen el consumo y la demanda interna”.
En tanto, el Dr. Claudio Parés, de la Universidad de Concepción, explicó el crecimiento de 2,5% “marca un declive respecto de la alta tasa de crecimiento de 2023. Aunque es una buena noticia que la tasa no haya caído debido al cierre de la siderúrgica Huachipato, no deja de ser preocupante que la Región haya pasado de liderar la recuperación post-pandemia a crecer al mismo ritmo que el resto del país”.
A su vez, Claudio Parés sumó que esta “sincronización” con la tasa nacional “implica que seguiremos rezagados en términos de crecimiento mientras no demos el salto en inversión. Fuimos resilientes tras la crisis, pudimos recuperarnos más rápido, tal como en crisis anteriores, pero volvimos a lo que éramos: una región poco dinámica a la que le falta consolidarse en términos de inversión y que no ha logrado cuajar una estrategia de desarrollo”.
Además, coincidió en que es importante el Plan de Fortalecimiento Industrial y que “podamos proyectarlo como política de Estado, combinando los esfuerzos no solo del nivel central y regional, sino también del sector público y privado. En resumen, creo que el 2,5% no es una mala noticia, pero marca una desaceleración que debería preocuparnos respecto de qué esperar en el futuro”, concluyó.