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Crónica
26/04/2025
La Contraloría General de la República (CGR) expuso graves retrasos e irregularidades en la implementación de las Normas Secundarias de Calidad Ambiental (NSCA) para la protección de las aguas continentales de la Cuenca del Río Biobío. Según el Informe Final N° 496 de 2024, tras más de ocho años de vigencia de las normas, no se había formalizado un Programa de Vigilancia que definiera los monitoreos necesarios para verificar la calidad de las aguas.
El informe también señala que la Superintendencia del Medio Ambiente no ha publicado los informes técnicos bienales correspondientes a los periodos 2021-2022 y 2022-2023, afectando el trabajo del Ministerio del Medio Ambiente y dificultando la evaluación del estado de conservación del cuerpo de agua protegido.
La situación es especialmente preocupante considerando que la Cuenca del Río Biobío es la tercera más extensa de Chile, alberga 17 especies de peces nativos y enfrenta serios riesgos de pérdida de biodiversidad, con siete especies en peligro de extinción. La falta de información actualizada impide un adecuado seguimiento de la calidad de sus aguas.
Además, la Subsecretaría de Medio Ambiente no ha publicado en su sitio web los informes de calidad entre 2016 y 2020, y tampoco elaboró los reportes correspondientes a los años 2021, 2022 y 2023, incumpliendo los principios de transparencia y acceso público a la información ambiental.
La CGR instruyó a la Superintendencia del Medio Ambiente y a la Subsecretaría de Medio Ambiente a corregir todas las observaciones y remitir los programas de medición de calidad en un plazo de 60 días. También ordenó el inicio de un sumario para determinar eventuales responsabilidades administrativas, resaltando la necesidad de fortalecer el Sistema Nacional de Control para mejorar la coordinación en las labores fiscalizadoras.