Regional
Crónica
Social
20/07/2025
A veces en lo cotidiano y rutinario del día, se nos olvida lo esencial, abrir los brazos y envolver a otro con un abrazo. Un acto que parece tan básico, pero que tiene una potencia enorme, casi mágica, más cuando las relaciones son por mensajería y rrss.
¿Cuándo fue la última vez que diste un abrazo de verdad? De esos que no se dan por compromiso, sino que para consolar, para celebrar, y solo para recordarle al otro que no está solo, o como respuesta silenciosa a unos ojos vidriosos. En general somos bastante contenidos, nos cuesta mostrarnos vulnerables, pero el cuerpo quiere decir lo que a veces la boca no se atreve, y puede ser el salvavidas emocional de alguien que ya no tiene fuerza para seguir nadando.
Lo más curioso es que el abrazo no solo entrega, también devuelve. Tiene esa cosa bonita de ser ida y vuelta. Uno cree que lo da para consolar a otro y termina recibiendo algo que ni sabía que necesitaba. Todo lo que nos quitó la pandemia, la posibilidad de abrazar, de tocar, de sentir al otro cerca. Nos quedamos con los saludos con el codo, con el miedo al contacto. Y cuando por fin pudimos volver a juntarnos, descubrimos cuánto habíamos echado de menos algo tan simple y humano.
A veces sentimos que vamos a invadir, o que no es el momento. Hay quienes han crecido sin abrazos, o a quienes nadie les enseñó que era válido pedir uno. Por eso es importante estar atentos. A veces no se necesita una gran conversación ni un consejo brillante, solo estar ahí, con los brazos abiertos, como un refugio. Porque sí, hay abrazos que salvan, que calman, que ordenan un poquito el caos. Y si tenemos esa capacidad, ¿por qué no usarla más seguido?
Así que hoy, o mañana, la invitación a pensar en: ¿a quién podría abrazar? Esposa, esposo, pareja, hijos, mamá, papá, hermanos, primos, amigos, sobrinos. O a esa persona que ha estado más callado de lo habitual. O quizás a ti mismo, porque a veces también nos debemos un poco de contención. Al final del día, dar o recibir un abrazo no cuesta nada, pero puede valer muchísimo.
La anterior opinión/reflexión es personal, si te gustó, like o repostea.
Autor: Máximo Martínez Campos