Regional
Crónica
Educación
14/09/2025
A través de una instancia participativa, la Seremi de Medio Ambiente del Biobío presentó su Cuenta Pública 2025. El encuentro, encabezado por el seremi Pablo Pinto, reunió a autoridades regionales y organizaciones locales para dar a conocer los avances de la gestión ambiental durante el último año, con énfasis en humedales, residuos y educación.
Uno de los anuncios más destacados fue la protección de 22 humedales urbanos, que en conjunto suman más de 1.100 hectáreas. A ello se agregan otros 21 en proceso de reconocimiento, además de la reciente creación del Comité Regional de Humedales, instancia que busca articular a municipios y actores sociales en la gestión de estos ecosistemas.
La gestión de residuos tuvo también un lugar central. El sistema de recolección domiciliaria de envases y embalajes ya opera en las cinco comunas más pobladas de la región, cubriendo a la mitad de la población del Biobío. Desde la Seremi subrayan que este modelo marca un paso relevante en la implementación de la Ley REP y en el tránsito hacia una economía circular.
En paralelo, la cartera reveló que el Fondo de Protección Ambiental permitió financiar 21 iniciativas ciudadanas por más de $146 millones, entre ellas proyectos de conservación de humedales y compostaje comunitario. El seremi, Pablo Pinto, remarcó que los recursos destinados casi triplican lo invertido en 2022, lo que refleja un mayor respaldo a la acción local.
Finalmente, se destacó la aprobación del Plan de Acción Regional de Cambio Climático, que reúne 92 medidas de mitigación y adaptación, junto con la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Estos instrumentos, señaló Pinto, buscan dar mayor solidez institucional a la política ambiental y responder a los desafíos de la región.
Más allá de eso, otro de los aspectos relevantes tuvo que ver con materia educacional, arista donde el Biobío escaló hasta el segundo lugar nacional en establecimientos con certificación ambiental: en total, 392 colegios y liceos, equivalente al 38% del total regional, lograron formar parte del Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE).
Sobre esto último, en diálogo con el seremi, este explicó que se trata de “un proceso al que postulan los establecimientos educacionales y está al alero de un comité regional, donde participa el Ministerio de Educación, Junji, Junaeb, Conaf y otras instituciones que evalúan los planes que presentan los colegios para mejorar su gestión ambiental”.
Pinto detalló que el SNCAE permite a los establecimientos abordar distintas áreas, desde la gestión del recurso hídrico hasta proyectos de restauración de ecosistemas o iniciativas de reciclaje y economía circular. “Los establecimientos presentan propuestas y se van certificando de acuerdo a distintos niveles que tenemos. Primero se evalúa la presentación del plan y así van aumentando sus niveles”.
Analizando la evolución de estas cifras, el seremi señaló que “el año pasado certificamos cerca de 64 establecimientos educacionales, algunos revalidando sus planes, otros aumentando de grado; esto se da porque la certificación dura una cantidad de tiempo (…), así que certificamos todos los años”.
Desde el mundo académico, el director del Centro EULA de la Universidad de Concepción (UdeC), el Dr. Ricardo Barra, valoró los avances expuestos en la cuenta pública, aunque advirtió que aún queda camino por recorrer. “Es una noticia positiva que en nuestra región tengamos 22 humedales urbanos protegidos; valoro el esfuerzo del Ministerio en colaboración con comunidades”.
Sin embargo, para el académico, la declaratoria por sí sola no garantiza la conservación: “Una cosa es declarar un humedal protegido y la otra es efectivamente protegerlo con medidas, recursos, monitoreos y seguimientos. Ahí estamos algo débiles y debemos avanzar más rápidamente”, remarcó.
En adición, destacó la creación del Comité Regional de Humedales, al que calificó como un paso relevante, aunque con desafíos pendientes. “Me parece que es una buena instancia, pero hay que dotarla de más energía y recursos, no solo financieros, también humanos, para acompañar a los municipios y comunidades”.
Barra también abordó los desafíos vinculados a la contaminación por plásticos y la implementación de la Ley REP. A su juicio, “tenemos que avanzar decididamente, porque uno sigue viendo que en el comercio minorista y ferias libres se siguen entregando bolsas de un solo uso. Eso requiere formación de capacidades, educación ambiental y alternativas más eficaces”.
“El Biobío tiene un tremendo potencial para transformarse en un referente en sostenibilidad y economía circular del plástico”, agregó, pero advirtió que la región aún no aprovecha plenamente esa oportunidad. “Falta mayor colaboración entre Estado, privados y universidades. Si articulamos bien ese triángulo, podríamos dar un salto mucho más significativo”.
Consultado sobre el Plan de Descontaminación Atmosférica, Barra afirmó que la ausencia de episodios de preemergencia en 2025 es positiva, pero no del todo estructural. “Es una combinación de factores. La reducción de la contaminación todavía es lenta, y eso nos debe llamar a implementar mucho más efectivamente las medidas”, señaló, aludiendo a la necesidad de políticas más firmes en eficiencia energética y calefacción domiciliaria.
A modo de cierre, el académico planteó como prioridad hacia el fin del actual Gobierno la consolidación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP): “Tenemos que hacer todas las acciones para que quede instalado en una región como la nuestra, que ya cuenta con una estrategia de protección de la biodiversidad”.
En profundidad sobre otras materias, consultados acerca del impacto que el Comité Regional de Humedales pueda significar en la gestión territorial, desde la Red de Protección de Humedales del Biobío, el biólogo, Rodrigo Toledo, explicó que este actualmente se enfrenta a grandes desafíos y oportunidades en cuanto a la gobernanza ambiental y climática regional.
“A través de él, se está dando continuidad operativa a la gobernanza del sistema de humedales costeros Rocuant-Andalién, así como también se está trazando una hoja de ruta para incluir la infraestructura ecológica en la planificación urbana de la región. Si se logra activar una hoja de ruta adecuadamente financiada (…), el impacto podría llevarnos a acreditar al Concepción Metropolitano como una ciudad humedal”.
Según Toledo, “existe una sinergia virtuosa en la valorización ecoturística del patrimonio ambiental y una robusta red de parques urbanos”, situación que, tanto el Gobierno Regional como el Ministerio de Vivienda (Minvu), pueden potenciar a través del comité.
A su vez, el geógrafo, Jorge Troncoso, valoró los alcances del marco legal vigente que protege los humedales desde 2020, aunque advirtió que “este avance normativo llega con retraso ante la urgencia que impone la crisis climática”. Señaló que, si bien la declaratoria de humedales como Recamo, Redacamo o Denavi Sur es positiva, “el proceso general avanza con lentitud”.
Troncoso destacó además que “la deuda más significativa radica en la falta de participación ciudadana real y vinculante en la planificación territorial, especialmente en megaproyectos estratégicos como la Ruta Pie de Monte”. Subrayó que “la planificación participativa no es un mero trámite, sino la base para un desarrollo verdaderamente sustentable”.