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Crónica
24/05/2023
Con satisfacción y gratitud recibió el Gobierno Regional del Biobío y su consejo, liderado por el Gobernador Rodrigo Díaz, la votación unánime por parte del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) que aprobó la solicitud de declaratoria del Complejo Ferroviario de San Rosendo como Monumento Histórico Nacional.
La iniciativa que permitió emanar el expediente denominada “Puesta en Valor del Patrimonio Cultural – Industrial del Biobío”, recibió el financiamiento del Gobierno Regional por 163 millones de pesos, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), y fue ejecutada por Fundación ProCultura, con el apoyo de la Municipalidad de San Rosendo y de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE).
De acuerdo a lo expresado por el gobernador, Rodrigo Díaz, “esta es una gran noticia, San Rosendo y su estación se estaban destruyendo, se estaban perdiendo y la memoria nos iba alejando de nuestra historia, hemos trabajado mucho tiempo, el principal mérito es del alcalde Rabindranath Acuña, todo su concejo y su comunidad que nos hicieron a distintos actores de la región, parte de un proceso que terminó siendo financiado con la confección de una carpeta de antecedentes que fundó la petición que hoy hicimos en la sesión del consejo”.
Este trabajo, agregó la máxima autoridad regional, “lo que hace ahora es que nos permite empezar a construir un plan maestro de desarrollo para conservar y poner en valor todo el sistema de la estación de San Rosendo, el corazón ferroviario del centro sur de Chile. Agradezco mucho la declaración de Monumentos Nacionales y creo que marca una forma de trabajar que pone dentro de las responsabilidades del Gobierno Regional la tarea priomordial de ser quienes materializamos financieramente las declaraciones de Monumentos Nacionales”, puntualizó.
Ahora corresponde esperar la publicación en el Diario Oficial para que el complejo alcance el estatus de Monumento Histórico Nacional y comience a regir la protección del inmueble. Mientras que el CMN enviará los antecedentes al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y al Ministerio de Culturas, las Artes y el Patrimonio para la revisión jurídica del expediente y firma del decreto.
Rabindranath Acuña, alcalde de San Rosendo manifestó su agradecimiento por el trabajo sostenido “para alcanzar este gran logro de tener como Monumento Histórico Nacional a nuestro Complejo Ferroviario de San Rosendo, fruto de los esfuerzos que hemos realizado junto a la Fundación ProCultura, con el financiamiento del Gobierno Regional del Biobío”.
El edil resaltó además el trabajo efectuado durante dos años con la Mesa Regional de Puesta en Valor del Patrimonio, “donde participaron el Gobierno Regional, la Empresa de Ferrocarriles del Estado, la Subdere, la Dirección de Arquitectura, el Consejo de Monumentos Nacionales, Serviu Biobío, Minvu, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y los ex ferroviarios”.
El complejo ferroviario es parte de nuestra historia, añadió Acuña, ya que da sustento a “nuestra identidad de pueblo que nace a partir de la llegada del ferrocarril en 1873, hace 150 años, y por el paso de la máquina a vapor se configuró lo que hoy tenemos como pueblo”.
“Por ello, justo y necesario es rescatar lo que queda de esas infraestructuras para ponerlas al servicio de la comunidad local y nacional, para disfrutar de la arquitectura industrial construida en plena revolución de la tecnología a vapor. Desde aquí proyectamos un nuevo San Rosendo, que alberga un turismo patrimonial, que es la puerta de entrada a nuestro mundo rural y sus atractivos. Esta declaratoria es el punto de inicio para, de una vez por todas, usar y poner en valor uno de los máximos patrimonios ferroviarios de nuestro país”, reafirmó.
Por su parte, Alberto Larraín, director ejecutivo de Fundación ProCultura, agradeció por hacer posible este proyecto al Gobierno Regional del Biobío, liderado por el gobernador Rodrigo Díaz, además de las y los consejeros regionales.
“La participación activa del Gobernador Díaz en el territorio, junto con los consejeros regionales, en los que compartieron distintas actividades con la comunidad, demostrando un gran conocimiento de la historia local y de sus activos patrimoniales, ha permitido generar un fuerte vínculo de cariño y confianza que ha facilitado el trabajo desde la comprensión del territorio”, aseguró Larraín.
Asimismo, el director ejecutivo de Fundación ProCultura agradeció a la Ilustre municipalidad de San Rosendo liderada por el alcalde Rabindranath Acuña. “El alcalde y su equipo siempre mostró gran preocupación por el patrimonio ferroviario y asumió como un deber su fortalecimiento, de su puesta en valor y de su recuperación”.
Además, recalcó, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), actual propietario del complejo ferroviario, jugó también un rol fundamental, “pues renovaron su compromiso con la puesta en valor los inmuebles del complejo y nos brindaron apoyo durante todo el proceso de la elaboración del expediente”.
Expediente
En la elaboración del expediente, se detalló la importancia de los inmuebles construidos en 1929, fiel exponente de la arquitectura industrial ferroviaria de Chile, cuyo fin fue el resguardo, abastecimiento y mantención de las locomotoras a vapor y el cual está compuesto por la casa de máquinas, la chimenea, la carbonera, el edificio maestranza, el edificio que albergaba las oficinas administrativas y dos torres de agua.
Todas construcciones que permitieron el desarrollo industrial del país y que posicionaron a San Rosendo como una localidad de tránsito estratégica y conectada a los diferentes puertos de la Región del Biobío. El ferrocarril fue un elemento indispensable y que permitió que la comuna se conformara como tal. Por lo mismo, es importante resguardar este patrimonio histórico.
Asimismo, el expediente - liderado por profesionales de la Fundación ProCultura - comenzó a elaborarse en enero de 2022 y el proceso terminó en junio. Durante esos 6 meses se realizaron una serie de análisis en diversas materias: histórico, urbano, arquitectónico, estructural, turístico y sociocultural, los que fueron complementados con visitas a terreno para la toma de medidas y la elaboración de planimetrías, la realización de entrevistas y participaciones comunitarias que permitieron una construcción colectiva del expediente.
La determinación de los valores y atributos del complejo se trabajó de manera colaborativa con la comunidad, lo que constituye el alma del expediente, puesto que son los mismos vecinos y vecinas quienes identifican y reconocen los elementos patrimoniales que caracterizan a los inmuebles y que, posteriormente, son los que definen si tiene o no valor patrimonial para ser declarado Monumento Histórico Nacional.
Además de la comunidad, una serie de organizaciones interesadas en apoyar la iniciativa colaboraron en la construcción del expediente a través de la participación activa en diversas instancias de trabajo que se mantendrán en el futuro.
Estas organizaciones, agrupadas en la “Mesa de Patrimonio de San Rosendo”, fueron el Gobierno Regional del Biobío, Ferrocarriles del Estado, Oficina Técnica Regional del Biobío, Consejo de Monumentos Nacionales, Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo y el Servicio Nacional de Turismo.
Además del Ministerio de Obras Públicas, Secretaría Comunal de Planificación de San Rosendo, Ilustre Municipalidad de San Rosendo, Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Programa de Pequeñas Localidades de San Rosendo, Asociación de Jubilados ferroviarios y montepiados de San Rosendo y Fundación ProCultura.
Complejo ferroviario
Complejo ubicado a 500 kilómetros al sur de la Estación Alameda, a 105 kilómetros de la capital regional Concepción, en 1929 se construyó en San Rosendo un gran complejo de edificios industriales de características monumentales, destinados a los requerimientos de mantención de los trenes a vapor de la época, en el que llegaron a trabajar 400 funcionarios durante el periodo de mayor auge de ferrocarriles en el pueblo.
Sin embargo, en la década de 1970 comenzó en Chile una progresiva disminución de la actividad ferroviaria, lo que provocó desde entonces una crisis para la comuna. Así, con los años, las monumentales instalaciones del conjunto quedaron en un total abandono y deterioro, siendo completamente desvalorizadas.